Hasta hace poco, las empresas no se habían percatado del efecto que produce un olor agradable en la experiencia del cliente.
La mayoría de las firmas han basado su identidad corporativa en la imagen (el logotipo, el patrocinio o el mobiliario de los establecimientos) y el oído (el hilo musical de las tiendas o la melodía de un anuncio en televisión).
Sin embargo, la emoción que evoca un olor puede ser decisiva en el momento de la compra y es posible identificarlo con los valores que la marca pretende transmitir.
Incluso sirve para mejorar la productividad y las condiciones de trabajo de una empresa.
Así, el olor de una crema solar recuerda a las vacaciones; la tarta de manzana caliente evoca una reunión familiar y una fragancia de brisa marina se identifica con la libertad. Sin embargo, el 83% de la inversión publicitaria se concentra en mensajes que se perciben mediante la vista y el oído, y olvida conquistar el resto de los sentidos.
“El olfato altera las percepciones cerebrales y las emociones, influyendo en tus deseos”
El marketing olfativo
El 83% de todas las comunicaciones comerciales apelan solo al sentido de la vista. Dejando el 17% para el resto de nuestros cuatro sentidos. Sin embargo, lo que oímos y olemos es significativamente más influyente en nuestro humor y emociones que ningún otro sentido.
Para el marketing olfativo las marcas poderosas del mañana serán las que hagan su historia vivida en las mentes de sus clientes, creando una experiencia de marca que extiende el tradicional paradigma de la vista y el sonido.
Ellos inundarán a sus clientes en un ambiente embriagado de múltiples sentidos, transformándolos físicamente, mentalmente y espiritualmente: una verdadera experiencia sensorial.
En Antic-Aroma, tenemos la mejor solución olfativa para su negocio, llámenos y le haremos una visita para conocer sus necesidades.
La idea de asociar un negocio a un determinado aroma me parece muy interesante.